Traducción de términos médicos: un proceso delicado

traducción de términos médicos

No cualquiera puede enfrentarse a la traducción de términos médicos

Publicaciones científicas, revistas científicas o médicas, actas de conferencias, informes de estudios, resultados de investigaciones, patentes… La jerga utilizada en el sector médico y en el mundo científico es especialmente técnica. A nivel internacional, estos documentos técnicos necesitan traducirse. Pero hay que tener cuidado con la traducción de términos médicos: para realizarla se necesitan habilidades profesionales.

¿Qué se necesita al traducir términos médicos o farmacéuticos?

La traducción de términos médicos requiere una doble experiencia por parte del traductor. Para ello se necesitan:

  • La competencia de un traductor profesional, que domine su profesión a la traducción. Esto conlleva dominar tanto sus combinaciones de idiomas (español-inglés, español-francés y español-alemán, por ejemplo) como la cultura de destino, para poder captar a la perfección las sutilezas del idioma (el humor del país, referencias a su cultura…)
  • Un conocimiento especializado en medicina o farmacología, para poder comprender el texto de origen y transcribir con precisión su significado.

El proceso de traducción médica o farmacéutica

Tanto la traducción médica como la farmacéutica consisten primeramente en comprender el texto de origen por completo. Sin esa comprensión, no será posible realizar una traducción precisa. Algunos de los documentos que debe traducir un traductor médico y para los que la precisión es algo tan importante son los siguientes:

  • Informes de visitas médicas
  • Avisos, instrucciones de uso, instrucciones sobre el embalaje
  • Registros
  • Altas médicas
  • Patentes
  • Publicaciones médicas en revistas científicas
  • Actas de conferencias
  • Y muchos más

¿Qué errores suelen cometerse en la traducción de términos médicos?

La traducción de un documento científico o médico realizada por un traductor general puede conducir a errores graves, entre los que destacan los siguientes casos:

Caso 1

En Berlín, 47 pacientes fueron equipadas con prótesis sin cementar, de acuerdo a sus instrucciones de uso. Salvo que en inglés podía leerse non-modular cemented, lo que quería decir que las prótesis no eran modificables y debían cementarse. El resultado: ¡la mitad de los pacientes tuvo que ser intervenida de nuevo!

Caso 2

En medicina, las abreviaturas son muy frecuentes. Es por ello que hay que prestar una atención especial a la traducción de términos médicos. Algunos acrónimos pueden tener varios significados, como es el caso de los siguientes:

  • CIE puede significar tanto “Clasificación Internacional de Enfermedades” como “Contrainmunoelectroforesis” como “Cuadrantectomía inferoexterna”
  • ACI significa “arteria carótida interna”, pero también “arteria carótida izquierda”, lo que no tiene nada que ver.
  • IVI puede referirse tanto al “Instituto Valenciano de Infertilidad” como a una “Insuficiencia Ventricular Izquierda”
  • Y la lista es larga. Como ves, el más mínimo error en la traducción de términos médicos puede llevar a errores con consecuencias extremadamente graves en algunos casos. Determinar el significado de cada abreviatura dependerá del traductor y de sus conocimientos en el campo.

Caso 3

En 1980, un joven español ingresó en coma en un hospital de Florida, acompañado por su familia. Los médicos, que no hablaban español, acudieron a un miembro del equipo de salud supuestamente bilingüe para comunicarse con la familia del joven.

El traductor tradujo “intoxicado” (en palabras de la familia) por intoxicated. ¿El error? La familia se refería a una posible intoxicación alimentaria, mientras que la traducción evoca más bien una sobredosis. El error de traducción condujo, lógicamente, a un tratamiento inadecuado que dejó al joven tetrapléjico, que recibió la cantidad de 75 millones de dólares por la negligencia.

Ser traductor especializado en medicina o farmacología no puede ser algo improvisado. ¡Como hemos visto, las consecuencias pueden ser horribles! Igualmente, tampoco es suficiente ser médico para proclamarse traductor o intérprete, puesto que es necesario tener un excelente dominio de la gramática y las reglas tipográficas.

Al igual que en la traducción legal de documentos oficiales se requiere la participación de un traductor jurado, para garantizar la calidad de una traducción médica esta debe llevarse a cabo por un traductor especializado profesional.

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