¿Tienes una cita con un traductor? Si crees que no hay nada de intimidante en ellos, estás totalmente equivocado. Ni siquiera estamos hablando sobre el carácter propio. Sino algo relacionado con el simple hecho de ser traductor. Tienen entre ellos ciertas cosas —bastantes, de hecho— en común. Más de lo que te imaginas. Sé consciente de estas particularidades para no quedarte en shock si tienes una cita con uno de ellos.
Pueden ser ridículamente apasionados de los idiomas y la traducción
Obviamente, los traductores saben idiomas y se apasionan por ellos si los conocen de verdad y llevan años traduciendo. Es algo implícito en ser traductor.
Si no quieres meterte en muchos líos, ni se te ocurra discutir con ellos sobre cuál es el mejor idioma. O si saber idiomas es o no es verdaderamente necesario. Ni te atrevas a especular sobre ordenadores e inteligencia artificial en la industria de la traducción.
Esperan que sepas la diferencia entre ser traductor y ser intérprete
En la medida de lo posible, evita equivocarte utilizando los términos traductor e intérprete indistintivamente. Son dos cosas totalmente diferentes en traducción. Pista: un traductor escribe, mientras que un intérprete habla.
En su defensa, hay que decir que esto no es cuestión de ser obsesivo compulsivo. Si no sabes qué es lo que hacen en realidad, puede interpretarse como una falta de interés en ellos.
A veces les gusta exhibir su superioridad
No te atrevas a comparar, aunque sea implícitamente, al traductor con el que estás quedando con tu ex. Los traductores saben lo que valen, ya que normalmente están expuestos a varias culturas gracias a su trabajo. Normalmente son tolerantes, pero saben que tienen ventaja en cuanto a su multilingüismo. Por lo que pueden presumir fácilmente en el momento en el que crean que estás haciendo comparaciones.
Con frecuencia, esto les hace parecer críticos hacia otras personas cuando se trata de su uso de los idiomas, ya sea oral o escrito. Cuando van a restaurantes de comida extranjera, por ejemplo, tienden a detectar errores fácilmente en los menús o en los letreros. Levantan la ceja cuando ven faltas de ortografía o errores en las palabras que se han utilizado. Si no estás seguro de cómo se pronuncian algunos nombres de estas comidas, ¡no lo intentes! Es mejor que simplemente se lo señales en el menú al camarero para evitar la incómoda sonrisa de tu cita.
Ser traductor implica ser estricto con la gramática
¿Te molestan los usuarios de redes sociales aficionados a corregir el uso de la gramática? ¿La puntuación, la elección de palabras o la ortografía de otras personas? Prepárate para encontrar a alguien así en carne y hueso.
Ser traductor consiste en ser meticuloso y preciso para transmitir correctamente la idea de los textos que están traduciendo. Creen que un pequeño error en la ortografía o en la puntuación puede cambiar totalmente lo que se quiere decir.
Siempre están en modo trabajo
Ser traductor implica que rara vez dejan descansar el cerebro. Incluso cuando simplemente están de paseo o mirando escaparates de camino a casa. Sus neuronas siguen moviéndose para asociar los nombres y las cosas que ven con sus términos equivalentes en otros idiomas. ¡Y ni siquiera lo hacen intencionadamente! Es un hábito que difícilmente podrían eliminar. De hecho, esto no debería molestarte. ¡Piensa que puede ser una oportunidad de aprendizaje!
Pueden utilizar los idiomas para picarte, molestarte o insultarte
Seguro que has vivido situaciones en las que alguien quiere decirte algo pero no tenía el valor suficiente para decirlo. ¿Qué me dices de las situaciones en las que alguien quiere ser grosero contigo o decirte algo desagradable? Los traductores pueden dominar tres, cuatro o cinco idiomas, y pueden usarlos para estas cosas indirectamente. Muchos de ellos quieren expresarse para liberarse de la presión que tienen de una manera menos conflictiva.
Ser traductor significa pedir contexto y más contexto
Los traductores conocen el valor del contexto más que nadie. Si discutes con ellos o estás intentando hacerles entrar en razón, prepárate para exponer adecuadamente el contexto. Es muy probable que esto se deba a que ser traductor conlleva tener en cuenta el contexto en todo. De la misma manera, si les pides que traduzcan oraciones o frases, no esperes una traducción automática.
Recuerda que siempre quieren ser precisos cuando se trata de entender y traducir mensajes. Asimismo, si quieres hacer algún comentario ingenioso, no esperes simplemente una expresión de asombro. Prepárate para incluir el contexto.
Los abogados, programadores y expertos financieros no son los únicos profesionales que tienen una habilidad innata para intimidar a sus citas. Los profesionales de la traducción también disponen de cualidades y comportamientos que puede que te cueste entender. Recuerda que ser traductor es algo complicado. Si alguna vez planeas quedar con alguno, acuérdate de los consejos de arriba.