Los términos “abuso sexual”, “agresión sexual”, “acoso sexual” e, incluso, “violación” saltan todos los días en las noticias. De tan rabiosa actualidad, estos términos se han convertido en el “pan de cada día” en la traducción de términos jurídicos. A medida que el movimiento #Metoo prosigue, más probabilidades tenemos de ver estos términos.
Pero, ¿qué significa cada término?
Mucha gente se esfuerza por comprender estos comportamientos y trabaja para prevenirlos. Ayudaría bastante el ser constantes y todo lo preciso que se pueda a la hora de utilizar dichos términos.
Para una correcta traducción de términos jurídicos sobre este tema, comenzaremos definiendo cada uno de ellos. A continuación, podremos ver cómo, en ocasiones, estos comportamientos se solapan.
Abuso sexual > Sexual abuse
El término que más noticias ha ocupado últimamente en relación con el juicio del médico deportivo Larry Nassar es el abuso sexual, una forma de maltrato infantil. El abuso sexual se utiliza, principalmente, para describir comportamientos hacia los niños, no hacia los adultos.
Todos y cada uno de los 50 estados americanos tienen leyes que reconocen que los niños no son capaces de dar su consentimiento informado a ningún acto sexual. En los EE.UU., el consentimiento se puede dar a edades que oscilan entre los 16 y los 18 años.
El abuso sexual puede incluir muchas cosas distintas, desde tocar sexualmente a la víctima hasta forzarla a tocar al agresor de forma sexual, hacerla mirar partes sexuales del cuerpo o presenciar una actividad sexual. El abuso sexual de un niño es un acto delictivo.
Violación > Rape
En 2012, el FBI publicó una definición revisada de violación como “penetración de la vagina o el ano, independientemente de lo leve que sea, con una parte del cuerpo u objeto o penetración oral del órgano sexual de otra persona, sin el consentimiento de la víctima”. La ley revisada es neutral en cuanto al género, lo que quiere decir que cualquier persona puede ser una víctima.
Si se analiza detenidamente, la definición del FBI no se parece a la idea que la gente tiene de la violación –normalmente cometida por la fuerza por un extraño. La definición del FBI no se pronuncia con respecto a la relación entre la víctima y el agresor y no dice nada sobre utilizar la fuerza. Sin embargo, sí que habla del consentimiento o, mejor dicho, la falta del mismo. Entendemos por consentimiento la capacidad de tomar una decisión sobre lo que le pasa a nuestro cuerpo.
Una aclaración más
Un agresor puede obligar a una víctima a un acto sexual con penetración de muchas formas. Puede hacer oídos sordos a la resistencia verbal -como decir “no”, “para”, o “no quiero”- o doblegar la resistencia física sujetando a una persona para que no pueda moverse. Una persona puede penetrar a una víctima incapaz de dar su consentimiento porque está bebido/a, inconsciente, dormido/a o mental o físicamente incapacitado; o puede amenazar o usar fuerza física o un arma contra una persona. Básicamente, estos métodos ignoran o eliminan la capacidad de la persona de tomar una decisión de manera autónoma acerca de lo que le ocurre a su cuerpo. Las leyes estatales varían a la hora de definir el hecho de eliminar o ignorar el consentimiento.
El agresor no se puede defender contra los cargos de violación alegando que la persona estaba borracha o diciendo que está casado/a con ella.
Agresión sexual > Sexual assault
La violación y la agresión sexual se han utilizado indistintamente en la información sobre hechos de actualidad que han dado lugar al movimiento #YoTambién. A pesar de ser involuntaria, esta práctica resulta confusa. A diferencia del determinado acto delictivo de violación, el término agresión sexual puede describir una serie de actos delictivos que son de naturaleza sexual, desde contacto físico no deseado y besos, hasta rozamientos, tocamientos o forzar a la víctima a tocar al agresor de manera sexual. Pero la agresión sexual se solapa con la violación porque el término incluye violación.
Los científicos sociales y de la conducta utilizan a menudo el término “violencia sexual”. Este término es mucho más amplio que el de agresión sexual. Incluye actos que no están recogidos en la legislación como delictivos sino como perjudiciales y traumáticos. La violencia sexual incluye utilizar promesas falsas, presión insistente, comentarios abusivos o amenazas sobre la reputación para forzar actos sexuales. Puede incluir actos sin contacto como piropos y silbidos que pueden hacer que las mujeres se sientan objetos y victimizadas. Incluye la distribución electrónica no consensuada de imágenes explícitas, mostrar los genitales y la observación furtiva de otras personas desnudas o teniendo sexo. Son nociones que nos pueden resultar ajenas y que tenemos que considerar si procedemos a la traducción de términos jurídicos.
Acoso sexual > Sexual harassment
El acoso sexual es un término mucho más amplio que el de agresión sexual, en el que se solapan tres categorías de comportamientos inadmisibles.
Una es la coacción sexual –calificada legalmente como “acoso quid pro quo“- y se refiere a la tentativa implícita o explícita para supeditar las condiciones laborales a la cooperación sexual. El clásico “o te acuestas conmigo o estás despedido/a” es un ejemplo perfecto de coacción sexual. Es la forma más estereotipada del acoso sexual, pero también la menos frecuente.
Otra manera de acoso sexual más común es la atención sexual no deseada: contactos no deseados, abrazos, caricias, besos, presión incesante para conseguir una cita o comportamiento sexual. Cabe destacar que la insinuación romántica y sexual pueden darse de formas variadas en el trabajo, no todas de índole acosadora. Para que se produzca un acoso sexual ilícito, las proposiciones sexuales deben ser no deseadas e incómodas para quien las recibe. Deben ser “lo suficientemente intensas o generalizadas” para “crear una atmósfera laboral abusiva”, según la Corte Suprema de los EE.UU.
Más ejemplos para entender…
La atención sexual no deseada puede incluir agresión sexual e incluso violación. El que un jefe quisiera besar a la fuerza y toquetear a una recepcionista sin su consentimiento. Esto supondría un ejemplo tanto de atención sexual no deseada como de agresión sexual- un delito civil y un crimen al mismo tiempo.
Sin embargo, la mayor parte del acoso sexual no implica proposiciones sexuales. Esta tercera manifestación, más común, es el acoso por razón de sexo. Es decir, una conducta que denigra a las personas en función del sexo, pero no implica interés sexual. El acoso por razón de sexo puede incluir vulgares términos e imágenes sexuales. Por ejemplo, comentarios humillantes sobre el cuerpo de alguien o actividades sexuales, pintadas llamando “putas” a las mujeres o “maricones” a los hombres. A pesar de eso, casi siempre es únicamente sexista. Estas acciones constituyen acoso “sexual” porque están basadas en el sexo, no porque impliquen sexualidad.
Insinuaciones, desprecios > Come-ons, put-downs
En términos sencillos, la coacción sexual y la atención sexual no deseada son las insinuaciones. Sin embargo, el acoso por razón de sexo es un desprecio. Sin embargo, ambos son formas de acoso sexual y pueden violar la ley, incluyendo el
Title VII of the civil Rights Acti de 1964.
Históricamente, las actitudes sociales hacia todas estas acciones hostiles han crecido en intensidad. Las pintadas sexistas y los insultos son ofensivos, pero tampoco es para tanto, ¿no? Las insinuaciones verbales sexuales no son tan malas como las físicas. Y, si no hay penetración, no ha sido tan malo.
No obstante, todas estas premisas no deben ser objeto de un análisis científico. Por ejemplo, los investigadores de la Universidad de Melbourne analizaron datos provenientes de 17877 mujeres trabajadoras. Hallaron que los episodios de acoso por razones de sexo, discriminación sexual y similares son más corrosivos para el trabajo. Incluso más los encuentros con atención sexual no deseada y coacción sexual.
La traducción de términos jurídicos es crucial
Hemos intentado aclarar términos que últimamente se están convirtiendo en palabras de uso diaria. Términos que hay que tener en cuenta para la traducción de términos jurídicos sobre este asunto. La vida es complicada, claro está. Los comportamientos abusivos, agresivos o acosadores no siempre pueden dividirse de manera nítida en una categoría u otra. A veces, de hecho, pertenecen a más de una. Sin embargo, es importante usar los términos de manera precisa para estimular la comprensión pública.
Hoy os queremos recomendar una excelente fuente en cuestión de traducción de términos jurídicos:
i Título VII de la Ley de derechos civiles de EE.UU.