Traductor autónomo vs traductor en plantilla

Traductor autónomo vs traductor en plantilla

Traductor autónomo vs traductor en plantilla

Al terminar el grado, la primera posibilidad laboral que se plantean los estudiantes de traducción es, evidentemente, la de ser traductores. Para ello, deben saber que hay dos tipos de traductores: los autónomos y los que trabajan en plantilla. Cada uno de estos tipos de traductores son diferentes y plantean distintas ventajas y desventajas que explicaremos a continuación.

Traductores autónomos

En primer lugar, los traductores autónomos, son aquellos que trabajan por cuenta propia. Este tipo de traductor, a diferencia de los traductores en plantilla, debe cumplir con una serie de obligaciones legales. Antes de empezar a ejercer su trabajo, tiene que darse de alta en la Agencia Tributaria y en la Seguridad Social en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos y encargarse de sus obligaciones legales mensuales, trimestrales y anuales como autónomo. Este trabajo tiene varias ventajas y desventajas que explicamos enseguida.
Entre la multitud de ventajas de ser traductor autónomo están:

  • poder elegir cuándo, dónde y para quién trabajar, por lo que se cuenta con un

horario más flexible;

  • es el mismo traductor quien define las tarifas de los proyectos que vaya a realizar, por lo que si tiene una cartilla de clientes fija, puede llegar a cobrar más que un traductor en plantilla;
  • tienen la posibilidad de desgravar todos los gastos relacionados con el ejercicio de su profesión como un ordenador, CAT tools e internet entre otras cosas.

Algunas de las desventajas más notables de este trabajo son:

  • la soledad, pues al trabajar por cuenta propia, hay poca interacción con profesionales, lo que conduce a no tener siempre una segunda opinión o que no les puedan aconsejar profesionales más experimentados;
  • la competencia, que cada vez es más masiva y obliga a algunos traductores autónomos a bajar constantemente sus tarifas;
  • la presión constante por parte de los clientes para que reduzcan las tarifas;
  • no tienen una nómina Si un traductor autónomo no consigue proyectos de traducción, no cobra.

Por todas estas desventajas, es muy importante tener una base de clientes y crear una marca profesional que nos distinga del resto.

Traductores en plantilla

Son aquellos que trabajan para una agencia de traducción. Entre sus ventajas se encuentran:

  • tener una formación profesional sobre cómo llevar un proyecto de traducción que ofrecen las empresas;
  • la adquisición de conocimientos y experiencia al trabajar con gente más experimentada que siempre revisará el trabajo realizado antes de mandárselo al cliente y que proporcionará consejos al traductor para mejorar sus habilidades;
  • tener un contrato de trabajo que incluye las vacaciones pagadas, las pagas extra establecidas y una nómina fija.

Es por todas estas ventajas que esta opción de trabajo se considera la más aconsejable para empezar en el mundo laboral.
Por supuesto, ser traductor en plantilla también tiene algunas desventajas como:

  • las largas jornadas de trabajo intenso que se pueden dar en alguna ocasión;
  • la jerarquía profesional que hay siempre dentro de una

En conclusión, entrar directamente al mundo laboral como traductor autónomo es realmente difícil tanto por la falta de clientes, como por la falta de experiencia profesional a la hora de llevar a cabo un proyecto de traducción. Por esto, lo que muchos profesionales recomiendan es empezar profesionalmente como traductor en plantilla y aprender lo máximo. Una vez adquirida esta experiencia, darse de alta como autónomo y empezar a trabajar.
Elijas lo que elijas, lo primero que debes tener en cuenta son tus necesidades y establecerte unas metas; cuando tengas todo eso claro, ¡manos a la obra!

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