Los documentos son una muy buena forma de ayudarnos a demostrar distintos hechos, entre los que se incluye nuestra formación; no obstante, cuando queremos demostrar esto a una persona o institución que no habla el mismo idioma en el que se encuentra dicho documento, surgen los problemas. Para ello se ha creado la traducción jurada.
Pero ¿cuándo podría necesitar una traducción jurada? Por ejemplo, si quieres oficializar tu título universitario en otro idioma para abrirte paso a mercados laborales fuera de tu país de origen, deberás solicitar una traducción jurada de un título universitario.
Este tipo de traducción corresponde a la de documentos académicos, uno de los tipos de documentos más comunes, junto a documentos administrativos, judiciales o mercantiles, en lo que a traducción jurada se refiere.
¿Qué es una traducción jurada?
Para entender lo que es la traducción jurada de un título universitario, debemos entender primero a qué hace referencia la expresión «traducción jurada».
Se trata de un campo de la traducción cuya característica principal es que el traductor debe poseer una validez oficial, mientras que una traducción ordinaria puede ser realizada por cualquier traductor con una formación adecuada.
Mediante la firma y sello de un intérprete-traductor jurado especializado, nombrado por el Ministerio de Exteriores y de Cooperación (MAEC), se asegura que se refleja con valor legal y de forma fiel el contenido de un documento original.
Esta dificultad añadida suele provocar que el precio suela ser más elevado que el de la traducción simple.
¿Por qué es necesaria la traducción jurada de un título universitario?
Este tipo de procedimientos pueden resultar fundamentales a la hora de realizar cualquier tipo de trámite académico en un país extranjero. Esto incluye la homologación de dichos títulos para que sean reconocidos en un país distinto al expedido.
Un ejemplo donde se puede requerir este servicio es a la hora de solicitar una plaza para entrar en un máster, curso de especialización o cualquier otra formación superior a la universitaria de un país de habla inglesa (suponiendo que el título universitario lo hubiésemos obtenido en España o cualquier otro país no angloparlante).
También puede ser necesario a la hora de pedir una beca o inscribirse en una oferta de trabajo en el extranjero. Esta requerirá una formación universitaria y se nos pedirá el título universitario para que la autoridad competente revise la traducción de dicho documento.
Uno de los principales motivos por los que la traducción de este tipo de documentos debe ser jurada es por seguridad, ya que es el Estado quien exige que los documentos necesarios para ciertos trámites sean jurados.
De esta manera se evitan los fraudes y se garantiza que la traducción es fiel y exacta. Las únicas personas capacitadas para realizar traducciones juradas son los traductores autorizados por el MAEC. Esto aporta mucha más seguridad y garantiza que no se ha suprimido ni añadido información extra.
¿Qué dificultades representa una traducción jurada de un título universitario?
A pesar de ser una de las traducciones más frecuentes en este campo, la traducción de documentos administrativos y, consecuentemente, la traducción jurada de un titulo universitario, presenta numerosas dificultades tanto terminológicas como de estilo.
En el caso de la terminología encontramos la existencia de numerosos latinismos, es decir, palabras o expresiones que provienen del latín y que son bastante parecidas al español. Sin embargo, su significado puede ser muy distinto, como pasa con los conocidos falsos amigos, por ejemplo, alumni.
El hecho de que cada país posea sistemas educativos distintos también dificulta mucho la tarea de realizar una traducción jurada de un título universitario, aunque traduzcamos al mismo idioma.
Por ello, también es importante saber a que país nos estamos dirigiendo, ya que países como Estados Unidos o Reino Unido poseen distintos sistemas educativos a pesar de hablar el mismo idioma.
Por esta y otras razones, la traducción de estos certificados o títulos se tiene que enfocar de acuerdo con la cultura, no solo con el idioma. Por suerte, hoy por hoy hay muchas herramientas, glosarios y textos paralelos que pueden ayudar a los traductores con la traducción jurada de un título universitario.
A pesar de que las traducciones juradas se pueden dar tanto de forma digital como en papel, los títulos universitarios siempre se expiden en papel. Por esa razón, dicha traducción deberá llevar la certificación, el sello y la firma del traductor jurado, siendo este el responsable de que el contenido sea una réplica exacta del original.
¿Quién se encarga de la traducción jurada de un título universitario?
A los profesionales encargados de este tipo de traducciones se les conoce como traductores jurados. Son un tipo de traductores capacitados para otorgar validez legal a la traducción de un documento en otro idioma, incluyendo la traducción jurada de un título universitario.En otros países también se les conoce como «traductores juramentados», «traductores públicos» e incluso «traductores certificados».
Para que posean dicha capacidad, han tenido que ser previamente autorizados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC) y deben poseer un amplio conocimiento en el ámbito económico y jurídico, tanto a nivel fraseológico como terminológico.
Para encontrar a un traductor de este tipo, el ministerio posee una lista de Traductores-Intérpretes Jurados nombrados, donde también se incluyen los idiomas que se trabajan. El carácter oficial de estos idiomas se consigue aprobando un examen que el MAEC realiza anualmente.
Por otro lado, hay algunos países, como es el caso de Portugal, en los que esta figura no existe. Son los propios notarios quienes se encargan de certificar estas traducciones.
La traducción jurada de un título universitario puede llevar tiempo, así que se recomienda pedirla con anticipación en el caso de que se pretenda acceder a un centro de formación, institución o puesto de trabajo en otro país. Así se evitan problemas de última hora o retrasos en los plazos.
Actualmente hay numerosas empresas de traducción que cuentan con este tipo de profesionales en plantilla, lo que hace que, junto a las listas del MAEC, no sea complicado encontrar un traductor jurado.
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