Toda empresa moderna e innovadora se enfrenta alguna vez al trámite de presentar una patente ante una autoridad competente. Las patentes protegen los derechos de un inventor o creador de un producto o tecnología. A cambio, se divulga dicha invención para que contribuya al acervo de conocimiento compartido. Al garantizarle al inventor un monopolio de explotación, se fomenta que no se oculten nuevas tecnologías o inventos. Si tienes un invento y no sabes qué hacer con él, sigue leyendo, te explicamos por qué hacer una traducción de patentes profesional es tu mejor opción.
¿Cómo protejo mi invento a nivel internacional?
Si eres un ciudadano español, existen tres mecanismos principales para proteger tus inventos. El primero es la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), que funciona a nivel nacional. El segundo es la Oficina Europea de Patentes (EPO por sus siglas en inglés). Finalmente, a nivel internacional existe el Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (PCT por sus siglas en inglés). La principal ventaja de la vía internacional es que tu producto queda protegido en varios países con un solo trámite. La otra opción sería realizarlo país por país, lo que supone un coste de tiempo y dinero inasumible para muchas empresas.
Para que acepten tu patente a nivel internacional, debe estar traducida a otro idioma. En general, se suele preferir el inglés, pero en Europa admiten también el francés y el alemán. Cuando presentes la patente, contarás con hasta dos meses para aportar la traducción. Si todavía no sabes por qué hacer una traducción de patentes profesional, deberías pensar en la reducción de costes. Existen incentivos de hasta un 20 % de reducción de tasas si presentas el texto traducido directamente. Por ello, es importante que cuentes con un traductor de patentes profesional desde el primer momento, y que la traducción no sea un impedimento.
La complejidad e importancia de la traducción de patentes
Las patentes son uno de los textos más complejos a los que se enfrenta un traductor. En primer lugar, porque requiere conocimientos técnicos de muy alto nivel. Sea en el campo que sea, la patente es una descripción técnica y muy detallada del producto. El traductor debe conocer de cerca el campo de conocimiento asociado al invento. Eso le permitirá dominar la terminología y entender el texto en su totalidad.
En segundo lugar, la patente es un texto legal con validez jurídica. Como tal, debe estar redactado de manera que evite ambigüedades y dobles sentidos. No hacerlo puede suponer que los derechos del inventor queden desprotegidos ante un tribunal. El traductor de patentes debe, por tanto, tener también conocimientos jurídicos, en especial relativos a la propiedad intelectual.
¿Quién puede realizar una traducción de patentes profesional?
No vale cualquier traductor para realizar una traducción de patentes profesional. Ni siquiera un traductor especializado en la materia es garante de un buen resultado. Los traductores de patentes deben tener una serie de habilidades muy especiales:
- nivel nativo de la lengua de destino;
- formación en el área de especialización;
- conocimiento del ordenamiento jurídico en el que se presenta la solicitud;
- experiencia previa en la traducción de patentes.
Reunir todos estos requisitos no es una tarea fácil y requiere de años de trabajo. Por eso, es normal encontrar traductores especializados en la traducción de patentes.
¿Por qué hacer una traducción de patentes profesional?
En el mundo globalizado es de vital importancia proteger los derechos de explotación de los productos. Hacerlo únicamente en España puede suponer que otras empresas en otros países vendan el producto como si fuera suyo. En casos extremos, pueden incluso robar la patente y retirarle el derecho de explotación al propio creador.
Registrar el invento en un organismo internacional es la mejor manera de evitar esta situación. Para hacerlo se requiere la traducción del texto de la patente. Solo un traductor especializado puede realizar una traducción de patentes profesional que de verdad proteja a su creador. De esta manera, el inventor se asegura de poder beneficiarse de los frutos de su duro trabajo. Ahora ya sabes por qué hacer una traducción de patentes profesional supone una ventaja para tu invento, entonces ¿qué vas a hacer con la tuya?
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