¿Pueden conseguir los traductores profesionales plena movilidad internacional?
A menudo escuchamos hablar sobre la libertad que nos ofrece el mundo moderno, con trabajos autónomos y avances tecnológicos que nos abren cientos de posibilidades a la hora de disfrutar de un estilo de vida nómada sin dejar de tener una exitosa carrera profesional. Pero antes de coger la crema solar y reservar los billetes de avión, puede que merezca la pena investigar hasta qué punto podemos movernos los traductores a la hora de vivir y trabajar fuera del país. La traducción profesional lleva inevitablemente a pensar en la idea de trabajar en el extranjero, es decir, en la movilidad internacional.
Tener fluidez en dos o más idiomas te abrirá puertas y hará que el cambio sea mucho más fácil. Desde conversar con los lugareños sobre los mejores sitios para darse un baño, hasta descubrir gemas gastronómicas demasiado pequeñas como para llegar hasta TripAdvisor. Hablar el idioma local te permitirá experimentar tus viajes internacionales de una manera que una persona monolingüe jamás lo hará.
Sin embargo, existe una gran diferencia entre disfrutar de viajar y conseguir plena movilidad internacional. Con esta no te sentirás atado/a a ningún país en concreto y serás libre de despegar hacia nuevos horizontes. Por desgracia, vivimos en un mundo regido por la burocracia, y el papeleo puede presentar problemas para quien quiera conseguir la movilidad. Ya sea al pedir un visado o la documentación para la residencia, algunos funcionarios parecen disfrutar al hacer pasar un mal rato a futuros espíritus libres a la hora de tener los sellos correctos en los documentos correctos. Nadie que sueñe con revolotear por el mundo se imagina haciendo cola en edificios estatales sin apenas ventilación durante horas, pero en muchos casos esta acaba siendo la triste realidad.
Papeles en regla
Los asuntos fiscales también son otra barrera a tener plena movilidad internacional. Independientemente de a dónde viajes y con qué frecuencia, debes tener residencia fiscal en un país determinado. Esto conlleva acatar ciertos requisitos y fechas límite, independientemente de desde dónde trabajes o dónde estén tus clientes. De hecho, el trabajo transfronterizo puede ser un verdadero campo de minas, sobre todo en lo que se refiere al impuesto sobre las ventas y al pago de impuestos a la seguridad social. Un buen contable puede ser de gran ayuda, pero servicios de apoyo financieros que sean verdaderamente internacionales son difíciles de encontrar. Muchos contables se especializan en las leyes fiscales de su propio país, no en las de dos o más países.
A pesar de que esto pueda sonar muy pesimista, en realidad es bastante realista. Dedicarse a algo profesionalmente conlleva pagar impuestos, lo que conlleva papeleo y fechas límite. Para aquellos que trabajan como autónomos, les corresponde a ellos solucionar estos problemas. De la misma manera, irse al extranjero a vivir y/o a trabajar conlleva cumplir ciertos requisitos. Algunos de estos son al visado y permiso de residencia. Esto no quiere decir que la vida nómada sea imposible, en absoluto. Simplemente requiere una mayor planificación de lo que puede parecerte a simple vista. No es solo dar sorbitos a un cóctel tumbado al sol en una hamaca. Vale la pena hacer una investigación en profundidad antes de despegar. Además ¿por qué pasar calurosas tardes pagando el internet de algún café cuando puedes solucionarlo desde casa antes de irte?
Nuevas tecnologías
La movilidad internacional es un sueño, y realmente la tecnología nos está ayudando a conseguirlo. Un traductor parte desde un buen lugar si quiere conseguir este sueño; su experiencia lingüística les coloca al frente de muchos otros trotamundos.. Aunque el papeleo y los asuntos financieros consumirán parte del tiempo de aquellos dispuestos a trabajar en el extranjero, no deberían suponer una barrera infranqueable. Quizá aún no hayamos conseguido una movilidad plena, pero definitivamente nos estamos acercando a ella.
Otra cosa a tener en cuenta es el idioma de la documentación a presentar. Necesitarás adaptarla al país donde quieras ir, y para ello necesitarás traducir los documentos. Este paso es fundamental.
Si estás atravesando este proceso ahora mismo no te rindas y continúa. ¡Suerte!