Obtener información nunca había sido tan sencillo. En vez de utilizar grandes enciclopedias desactualizadas, podemos acceder a la información que deseamos a través una infinidad de páginas en Internet. Pero, en esta era de infoxicación, es decir, de sobrecarga de información, ¿cómo podemos discernir si esta es de calidad? La respuesta es muy sencilla: se puede lograr mediante la curación de contenidos.

¿En qué consiste la curación de contenidos?

La curación de contenidos (en inglés content curation) es un concepto que, si bien existe desde hace tiempo, ha ganado popularidad en los últimos años. Así pues, se entiende como el proceso mediante el que se busca, filtra y dota de valor, relevancia y utilidad al contenido de un tema específico. Asimismo, este contenido puede provenir de una inmensa diversidad de fuentes, tales como medios digitales, herramientas de comunicación, redes sociales, etc.
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Como consecuencia, este proceso puede aportar muchos beneficios, tanto para los medios digitales como para los consumidores. Entre ellos se incluyen: mejor posicionamiento web, mejor reputación e imagen, mayor calidad de la información y menor infoxicación de los consumidores.
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¿Qué es un curador de contenidos?

El curador de contenidos es aquella persona que se encarga de buscar, elegir y presentar o compartir el contenido de un tema concreto. Dicho de otro modo, es la persona que realiza la curación de contenidos. Cabe destacar que este no crea contenido, sino que dinamiza los contenidos creados por otros. De esta manera, les da sentido y los convierte en fuente de conocimiento.
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¿Qué características debe tener un curador de contenidos?

La curación de contenidos se realiza en todo tipo de empresas: grandes, medianas e incluso pequeñas. Por un lado, en las pequeñas y medianas empresas, la curación de contenidos suele llevarse a cabo por personas que desarrollan también otras tareas. Por otro lado, en algunas de las más grandes, es probable que haya una persona que se dedique de forma exclusiva a realizar esa labor. En cualquier caso, el curador de contenidos debe poseer una serie de características:

• tener una buena capacidad de análisis y síntesis para poder identificar el contenido relevante;
• conocer el público objetivo y cuáles son los medios que utilizan;
• estar informado de todas las tendencias y eventos;
• tener buena intuición;
• ser curioso y disfrutar recopilando toda la información con respecto a su nicho de mercado;
• conocer la responsabilidad de su labor y ser consciente de las reglas de propiedad intelectual.

Pasos de la curación de contenidos

Para que el proceso de curación de contenidos se realice de una manera correcta, el curador de contenidos tiene que seguir unas fases o pasos determinados. Primero, se deben identificar necesidades de los consumidores para así, seguidamente, adquirir contenido. Posteriormente, se realiza una filtración y análisis de la información y después se organiza la información ya filtrada y analizada. A continuación, se adapta el contenido y se comparte. Por último, se miden los resultados y se mejora de acuerdo con la retroalimentación.
En resumen, la curación de contenidos es el proceso mediante el que se busca, filtra y dota de valor y sentido al contenido sobre un tema concreto. La persona encargada de llevar a cabo esta labor se conoce como curador de contenidos, en cuyas manos está la responsabilidad de proporcionar información de calidad. Asimismo, debe contar con una buena capacidad de análisis y síntesis, entre otras cualidades.