Traducción farmacéutica: Obstáculos y requisitos para ser un buen traductor farmacéutico

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El gran dilema: ¿es mejor dominar varios idiomas o poseer sólidos conocimientos farmacéuticos?

Dentro del ámbito de la traducción cada vez son más los campos de especialización existentes. Como puede ser la traducción farmacéutica o jurídico-económica. De hecho, seguramente haya algunos que ni hayas oído hablar. Dado que esta expansión se debe a necesidades relativamente recientes, surge un pequeño dilema de por medio.

En efecto, hasta no hace mucho para ser traductor bastaba con dominar a la perfección un par de idiomas. No obstante, ¿qué ocurre cuando un traductor debe enfrentarse a la traducción de un texto jurídico o médico? Como sabemos, el traductor, para ofrecer un resultado de calidad, debe principalmente entender lo que traduce. He aquí cuando se plantea la necesidad de que el traductor sea un especialista en la materia en cuestión.

A continuación expondremos brevemente el recorrido profesional de un joven traductor farmacéutico. Este ejemplo da respuesta a dicho dilema.

“Cómo llegué a convertirme en traductor farmacéutico profesional”

El interés del joven por la traducción médica surgió más tarde de lo esperado. Nacido en el Reino Unido, durante su infancia se mudó con su familia al norte de Francia, país de cuya cultura se impregnó en un abrir y cerrar de ojos. Pese a conservar su lengua materna, el inglés, el francés pasó rápidamente a ser su segunda lengua.

Desde la adolescencia sabía con total seguridad que quería dedicarse al mundo de la medicina.  Al finalizar el instituto se graduó y obtuvo un diploma como profesional  médico. Tras varios años de ejercicio en la medicina, se embarcó en un road trip por Europa. Fue en ese momento cuando descubrió su pasión por los idiomas y decidió retomar sus estudios, esta vez enfocados hacia la traducción técnica y científica.

Tras varias experiencias como traductor médico y farmacéutico independiente, fue contratado por una agencia de traducción especializada en la traducción farmacéutica. Reconoce sentirse extremadamente afortunado, pues trabaja rodeado de dos ámbitos que le apasionan: la medicina y las lenguas. Sin embargo, reconoce que la traducción farmacéutica puede ser a menudo extremadamente exigente.

Conclusión: ¿Cuáles son los requisitos para convertirse en un profesional de la traducción farmacéutica y cuáles los posibles obstáculos?

  • Ante todo se requiere la capacidad suficiente para trabajar bajo presión. La urgencia e imprevistos de los encargos son frecuentes en este ámbito.
  • A menudo los plazos de entrega son bastante cortos. En ese caso se ha de saber cómo realizar una traducción de calidad en un breve plazo de tiempo.
  • Dado los términos científicos empleados, se requieren sólidos conocimientos de gramática y vocabulario.
  • Al emplearse un lenguaje muy vivo y en constante evolución, se ha de sentir curiosidad en enriquecer conocimientos no únicamente lingüísticos sino también científicos.

En definitiva, puede afirmarse que para convertirse en un traductor profesional es necesario sentir pasión no sólo por los idiomas sino también por el campo de traducción escogido.

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