La traducción de Estatutos de Sociedad

En primer lugar, debemos explicar qué es un estatuto de sociedad, ya que no todo el mundo sabe de qué hablamos cuando nos referimos a este término. Los estatutos de sociedad son aquellos que van a establecer los derechos y obligaciones de los socios, aunque también las reglas de una empresa.

Este documento debe ser redactado por un abogado o abogada y al tener valor legal, necesita de un traductor jurado para que se encargue de la traducción de los estatutos de manera que tenga el mismo valor en otros países.

Tipos de sociedades

Podemos encontrar diferentes tipos de sociedades, en concreto, diferenciamos diez. Entre estos diez tipos de sociedades, el emprendedor elegirá el tipo que más le beneficie según sus intereses. Estas son: el emprendedor individual (también conocido como autónomo), el emprendedor de responsabilidad limitada, la sociedad limitada, la sociedad anónima, la sociedad laboral, la sociedad colectiva, la sociedad cooperativa, la sociedad comanditaria, la sociedad civil y la comunidad de bienes.

Por otro lado, cada uno de los estatutos tienen unas características determinadas que se han moldeado dependiendo de las necesidades de la empresa. Como consecuencia, el traductor debe estar muy preparado y tener conocimientos sobre terminología jurídica para que la traducción de los estatutos sea de calidad y no lleve a confusión.

Aspectos que se deben tener en cuenta en la traducción de Estatutos de Sociedad

Para comenzar la traducción de unos estatutos debemos conocer que régimen legal es el que se adecuada mejor a lo que la empresa necesita. Además, el traductor debe saber que existen términos que, aunque en español solo tengan una posibilidad de traducción, en inglés pueden tener varias dependiendo de sus características.

Uno de los ejemplos más comunes es la sociedad limitada, que en inglés puede ser tanto private limited companies como public limited companies. Para conocer qué término es el adecuado en nuestra traducción del estatuto, debemos conocer las características en inglés de cada uno, pero también en español. De este modo, sabremos cuál es el que más se acerca a lo que la empresa quiere.
Como se ha mencionado en el párrafo anterior, al traducir un estatuto de sociedad, el traductor debe tener clara cuál es la terminología adecuada y precisa para ese documento. Por ejemplo, no es lo mismo un socio que un partícipe. Aunque la diferencia parece poca y algo sin insignificante, no es así, ya que uno participa en bolsa y otro no. Se deben tener en cuenta estas diferencias al traducir un estatuto, porque pueden suponer un grave error que acarrearía consecuencias graves para la empresa.

Como uno de los últimos recursos, muchos traductores recurren a la denominada calificación por la función. En resumidas cuentas, se basa en buscar cuál es la labor de esa empresa en su país, comprobar cómo se ajusta a nuestras leyes y, por último, la denominación equivalente a su figura en nuestro país.

Por todas estas razones, muchos traductores jurados se valen de amplios glosarios terminológicos que le facilitan la tarea de traducción no solo de los estatutos de sociedad, sino de cualquier documento de valor legal. También son de gran ayuda los corpus paralelos y comparables, ya que de esta manera la labor de documentación será más rápida. Tanto la realización de glosarios como de corpus son útiles en la traducción de textos donde la terminología se repite constantemente.

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